-El evangelio de este DOMINGO es uno de los más importantes del año litúrgico porque celebramos el DOMUND, la campaña misionera y evangelizadora de la Iglesia universal. Creo que en un día como hoy, cabe la necesidad de expresar e indicar el bien que hace la Iglesia en el mundo. En ocasiones, se niega, incluso se utiliza a la Iglesia para enfrentar a la sociedad.
-La Iglesia es la institución que más ayuda a las personas necesitadas en cualquier rincón del mundo. El DOMUND es eso mismo: proyectos educativos, sanitarios y de vivienda que personas, como tu y como yo, deciden un día irse fuera de su tierra para dignificar la vida de los más necesitados.
-El evangelio de este DOMINGO tan importante, Jesús hace uso de una PARÁBOLA para decir dos cosas. La primera, nuestro DIOS nos escucha, porque le importamos. Dios está enraízado en nuestra vida, en nuestros problemas, en nuestra historia. No es un Dios de reyes, es un Dios humano de la mano de Jesús. Se ha hecho uno de nosotros porque le importamos. Nada humano le puede ser ajeno.
-La segunda, la importancia de la ORACIÓN y el SILENCIO. Orar en silencio es una de las claves de la vida. Sin su presencia perdemos el sentido de nuestra vida. ¿Dedicas algún tiempo a rezar? ¿Estás alguna vez en silencio? Quien reza y está en silencio trabaja para la paz y la armonía entre las personas. Hoy estamos ante un mundo en el que predomina el ruido, el insulto, y se requiere, por el contrario, más silencio que nunca, para encontrarnos y echar para adelante nuestro mundo con los problemas que tenemos encima de la mesa.
-El evangelio de hoy, por tanto, nos lleva a que confiemos en Dios desde la oración y el silencio. Todos podemos contribuir a esta tarea. Manos a la obra.
